Estamos viviendo tiempos complicados para los coches clásicos ya que, debido a las cada vez más restrictivas leyes de anticontaminación, muchos propietarios optan por venderlo al extranjero o incluso por usarlos como parte de pago para la compra de un vehículo nuevo a cambio de un certificado de destrucción.
Los coches clásicos tienen en España importantes restricciones a la circulación en numerosas ciudades ya que no cuentan con una pegatina medioambiental. Sin embargo, no está todo perdido ya que existe la posibilidad de convertirlo en un vehículo histórico, obteniendo algunos inconvenientes pero numerosas ventajas.
Esto junto con la exportación a otros países con mayor cultura automovilística, hace que vender un coche clásico no esté totalmente perdida en el 2025 y puedan seguir siendo un papel importante en el mercado de coches de ocasión.
La venta de coches clásicos es algo muy especial ya que, en ocasiones, se trata de modelos raros muy cotizados cuyas cifras de venta pueden alcanzar valores desorbitados en el mercado de coches de segunda mano.
Los coches clásicos tienen más de 25 años y son modelos desactualizados, sin prácticamente nada de electrónica y sin ayudas que aporten seguridad en su conducción pero, para los más nostálgicos, son los mejores por lo que representan y por la dureza con la que fueron fabricados, llegando a soportar millones de kilómetros y cualquier embestida del clima.
Normalmente la venta de coches clásicos se realiza con precios bajos y no existen muchos posibles compradores por su falta de sistemas de infoentretenimiento o ayudas a la conducción, quedando sólo para personas que quieren restaurarlos o que quieren disfrutar de una conducción pura enfocada al conductor.
No todos los países cuentan con restricciones tan estrictas a la hora de circular con determinados vehículos clásicos. Es por eso que una gran parte del parque móvil clásico que hay en España, se está exportando a otros países europeos y al otro lado del charco, disminuyendo la edad media que tienen los coches en España y perdiendo, a la vez, una gran parte de nuestra historia.
Antes de empezar con la venta de coches clásicos, es importante saber qué se considera vehículo clásico y en qué se diferencian de los coches históricos.
Como norma general, un coche clásico es cualquier vehículo que tiene más de 25 años desde su fabricación y puesta en marcha en las carreteras mientras que uno histórico es aquel que cumple con ciertos requisitos para portar unas matrículas especiales que son:
Tener más de 30 años desde su primera matriculación.
Vehículos que se encuentran inscritos en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español, declarados bienes de interés cultural o cuando el vehículo haya participado en algún hecho histórico, pertenecido a una personalidad.
No han sufrido ninguna modificación o cambios en sus características principales o componentes mecánicos.
En el caso que nos compete, un coche clásico es considerado como tal cuando alcanza los 25 años y desde entonces, en ciertos municipios tienes exención de ciertos impuestos y los seguros son más baratos.
La venta de un coche clásico es muy similar al proceso de vender un coche cualquiera, pero la atención al detalle y al estado del vehículo tiene que ser mucho más meticulosa debido a la edad, kilómetros y forma de fabricación que tenían los coches antiguos.
Lo primero de todo es reunir la documentación al completo y todo el historial de mantenimiento pues que, en especial si se tiene toda la información de este último apartado, el valor de venta de un coche clásico se estima al alza. En caso de haber sufrido una restauración, es conveniente tener detallado en un informe y con facturas, todo lo que se le ha realizado y lo que ha costado, aportando incluso si se han usado piezas originales o de sustitución.
Posteriormente, es conveniente realizarle una inspección mecánica que asegure y verifique que todo se encuentra en condiciones óptimas, especialmente a nivel mecánico, además de contar con la ITV en vigor. En caso de haber sufrido cualquier modificación, bien por gusto o por necesidad por el paso de los años, ésta debe de estar perfectamente homologada y ser comunicada al futuro comprador.
Establece un precio acorde al mercado, bien comprobando coches similares en cualquier portal de ventas e incluso acudir a páginas de subastas si se trata de una unidad muy especial difícil de encontrar. En este caso, valorar qué precio tiene es mucho más complejo ya que, aparte de factores como estado de la carrocería, interior o mecánica, se valora mucho el historial de mantenimiento en casas oficiales, el palmarés en competición (en caso de unidades especiales), si está en estado original o restaurado, si se ha modificado recientemente o con piezas de la época...
Entonces, ¿Dónde puedo vender mi coche clásico? Existen varias opciones, tanto los portales online habituales donde poder anunciarlos, como sitios especializados y subastas (recomendable cuando se trata de coches clásicos especiales). En función de la plataforma elegida para la venta del vehículo clásico, el funcionamiento será distinto, aunque por lo general, bastará con escoger fotos buenas del vehículo que muestren el estado del coche, una descripción detallada con toda la información relevante y establecer un precio.
La venta de un vehículos clásico es un proceso que cada vez aprecian más países extranjeros donde el conocimiento del mundo del automóvil es mayor y las leyes incluso favorecen la manutención de estas partes de la historia.
En España, por otro lado, a pesar de la existencia de ciertas leyes como la de los Vehículos Históricos ( con la que han intentado facilitar los trámites para categorizarlos de esta manera y beneficiarse de ciertas ventaja), seguimos estando por detrás con respecto al resto del mundo ya que se incentiva más entregar el coche con Certificado de Destrucción para la compra de un vehículo CERO emisiones, que el hecho de mantener viva la historia.
Pero no sólo eso, es cada vez más habitual ver cómo se exportan coches clásicos a otros países porque su precio de venta en España no es aceptado, mientras que allí resulta una ganga.
La venta de coches antiguos se ha visto perjudicada por las leyes anticontaminación que buscan de todas las maneras posibles, acabar con coches que siguen funcionando, que se encuentran en perfectas condiciones y que, normalmente, hacen una cantidad de kilómetros al año irrisoria para los gases que emiten.