¿Puedo vender un coche sin un espejo retrovisor?


Para vender un coche de segunda mano, es esencial conocer qué elementos son obligatorios, tanto a nivel legal como mecánico. El aspecto visual es lo primero que evalúa un comprador: una buena fotografía o una inspección directa pueden definir la venta. Una carrocería cuidada, una mecánica fiable y todos los componentes visibles en su sitio inspiran confianza. Si al vehículo le falta alguna pieza obligatoria, como el espejo retrovisor, puede generar rechazo.
A la hora de vender un coche usado en España, surgen muchas dudas legales, y una muy común es: ¿se puede vender un coche sin espejo retrovisor? La respuesta es que sí puedes venderlo, siempre que el comprador esté informado y acepte el defecto. Lo que no es posible es circular con él en esas condiciones, ya que los retrovisores son elementos obligatorios según la normativa de tráfico.
En este artículo veremos qué dice la ley sobre los retrovisores, cómo puedes vender tu coche sin uno de ellos, qué consecuencias tiene para el comprador y qué opciones tienes para cerrar la venta sin complicaciones.
¿Qué exige la ley sobre los retrovisores?
Los espejos retrovisores son elementos fundamentales para la seguridad en carretera y están regulados por la normativa de tráfico. Existen dos tipos principales:
El retrovisor interior: se sitúa en la parte central superior del parabrisas y ofrece una visión directa de lo que ocurre detrás del vehículo. Es plano y permite controlar el tráfico por la parte trasera desde el habitáculo.
Los retrovisores exteriores: se ubican a la izquierda o a ambos lados del vehículo. Suelen tener una superficie ligeramente convexa para ampliar el ángulo de visión, reduciendo así los puntos ciegos y mejorando la percepción del entorno.
En el caso de los turismos (vehículos diseñados para transportar hasta nueve personas incluido el conductor), la normativa establece la obligatoriedad de contar con al menos dos retrovisores:
Uno exterior en el lado del conductor y otro interior. Aunque la mayoría de los coches incorporan también el retrovisor derecho, este no es obligatorio salvo en determinadas circunstancias, como cuando se lleva un remolque o una caravana que obstaculice la visión trasera.
En vehículos donde la visibilidad trasera pueda verse comprometida, se permite o incluso se exige la instalación de espejos adicionales o dispositivos que amplíen el campo de visión. Estos elementos ayudan a garantizar una conducción más segura, tanto en maniobras cotidianas como en situaciones especiales.
El uso del retrovisor derecho también es obligatorio si el espejo interior no puede utilizarse, sea cual sea la causa. Es decir, si el conductor solo cuenta con el retrovisor del lado izquierdo, deberá incorporar también el del lado derecho para garantizar una visión adecuada.
En resumen, la ley exige que tu coche cuente con los retrovisores obligatorios y en buen estado. Si falta alguno o no funciona correctamente, lo más recomendable es repararlo antes de la venta o, en su defecto, informar con claridad al comprador para evitar problemas.

Espejos retrovisores homologados
La legislación también establece los criterios que deben cumplir los retrovisores para considerarse homologados:
El retrovisor izquierdo homologado debe ofrecer una visión trasera de al menos 10 metros de largo por 2,5 metros de ancho.
El retrovisor derecho homologado debe cubrir un área de 20 metros de longitud y 4 metros de ancho.
Por eso lo más recomendable es que los retrovisores sean los originales de fábrica o, en su defecto, modelos equivalentes con aprobación oficial. En vehículos modernos, incluso se admite el uso de cámaras digitales homologadas como sustitutos legales.
Retrovisores en mal estado: lo que dice la ITV
Al vender un coche sin retrovisor o con alguno en mal estado, en realidad lo estás ofreciendo sin ITV favorable, ya que este defecto se considera falta grave y no permite superar la inspección. Esto implica que el comprador no podrá circular legalmente con el vehículo hasta solucionarlo.
Además, la normativa es tajante respecto a ello ya que conducir con retrovisores dañados, mal instalados o no homologados puede acarrear sanciones de hasta 200 euros, e incluso la inmovilización del coche si se considera un riesgo para la seguridad vial.
En estos casos, lo más habitual es optar por dos salidas: reparar el retrovisor antes de la venta para evitar complicaciones o, si no se hace, informar al comprador de que será él quien deba encargarse de la reparación y de pasar la ITV.

¿Cómo vender un coche sin retrovisor?
Como hemos visto anteriormente, aunque los retrovisores son obligatorios para circular, eso no implica que no puedas vender tu coche si le falta uno. En una compraventa entre particulares, lo importante es que el comprador esté informado y acepte el defecto.
Ahora bien, para que la operación sea transparente y sin problemas, tienes dos opciones: repararlo antes de la venta o entregarlo tal cual.
Si decides repararlo antes de la venta
Optar por reparar el retrovisor antes de poner el coche a la venta suele ser la alternativa más recomendable. No solo facilita la operación, sino que también mejora la percepción que los compradores tendrán de tu vehículo. Estas son las principales ventajas:
Mayor confianza: un coche completo genera mejor impresión y puede venderse más rápido.
Mejor precio: arreglarlo puede permitirte pedir más dinero y evitar negociaciones a la baja.
ITV sin complicaciones: con todos los retrovisores en regla, el comprador podrá circular de inmediato.
Coste asumible: cambiar un retrovisor no es una reparación cara. Dependiendo del modelo, puede rondar entre 50 y 200 euros si es manual o eléctrico básico, y algo más en retrovisores con sensores, calefacción o sistemas avanzados.
Si decides venderlo sin repararlo
No todos los vendedores quieren invertir en reparaciones antes de vender su coche, y eso también es una opción válida. La ley no te impide vender un vehículo que tenga defectos como la falta de un retrovisor, siempre que el comprador esté informado y lo acepte. Eso sí, conviene dejar las cosas claras en el contrato de compraventa para evitar problemas después. Estos son los puntos que debes tener en cuenta:
Informa al comprador: especifica en el anuncio o en la negociación que el coche no tiene retrovisor. Así evitas problemas legales por vicios ocultos.
Aclara las consecuencias: el coche no pasará la ITV ni podrá circular hasta que se repare. Deja claro que es el comprador quien debe asumir la reparación.
Ten la documentación lista: permiso de circulación, ficha técnica, contrato de compraventa e impuesto de circulación pagado. La falta del retrovisor no afecta a estos trámites.
Recuerda las sanciones: conducir sin retrovisor puede suponer hasta 200 € de multa, por lo que es importante advertirlo.
Opción rápida: si no quieres complicarte, en Clica y Vende Coche aceptamos coches con defectos o en mal estado. Gestionamos la venta de forma sencilla y segura, incluso aunque falten elementos como los retrovisores.
Venderlo tal cual a una empresa de compra: hay empresas como Clica y Vende Coche que compran coches con defectos o en mal estado. De esta forma, no tendrás que asumir la reparación y podrás cerrar la venta rápidamente, incluso aunque falten elementos como los retrovisores.
En definitiva, sí puedes vender un coche sin retrovisor, pero debes tener claro que el vehículo no podrá circular hasta que se repare y pase la ITV. La clave está en decidir si prefieres arreglarlo antes de la venta para ganar confianza y valor, o entregarlo tal cual, siempre informando al comprador para evitar problemas legales.
Sea cual sea tu elección, lo importante es ser transparente y facilitar una transacción segura. Pero si no quieres complicarte con reparaciones ni trámites, en Clica y Vende Coche te ofrecemos una alternativa rápida y sencilla para vender tu coche en cualquier estado.
