¿Se puede vender un coche con dos titulares?


Comprar un coche entre dos personas es algo bastante habitual, sobre todo cuando se trata de una pareja, familiares que comparten gastos o incluso socios que usan el vehículo para fines laborales. Este tipo de titularidad compartida puede resultar muy práctica en el día a día, pero también implica ciertas particularidades que conviene tener en cuenta, sobre todo cuando llega el momento de vender el coche.
Ya sea por un cambio de necesidades, por una separación o simplemente porque ha llegado la hora de renovar el vehículo, si el coche está a nombre de dos personas, su venta requiere seguir algunos pasos específicos y cumplir con ciertos requisitos además de entender cómo funciona esta situación para evitar errores o complicaciones legales.
En esta guía te explicamos cómo vender un coche con dos titulares, qué implica tener un cotitular y qué debes tener en cuenta para llevar a cabo el proceso de forma legal, segura y sin contratiempos.
¿Se puede poner un coche a nombre de dos personas?
Sí, se puede poner un coche a nombre de dos personas, aunque esta posibilidad no implica una copropiedad al estilo de un piso o una cuenta bancaria. Lo que permite la Dirección General de Tráfico es inscribir un vehículo con un titular principal y un cotitular del coche, de forma que ambos aparecen reflejados en el permiso de circulación y quedan vinculados en lo que respecta a la gestión administrativa del vehículo.
Este tipo de inscripción es común cuando el coche se adquiere entre personas con cierta relación directa —como parejas, familiares o personas que conviven—, y suele formalizarse en el momento de la matriculación o al tramitar una transferencia de propietarios. El objetivo es que ambas partes compartan derechos y responsabilidades: desde el seguro y los impuestos hasta cualquier notificación que pueda llegar por parte de Tráfico.
¿Un coche puede estar a nombre de dos personas?
Entonces, un coche puede estar a nombre de dos personas siempre que se haya registrado de ese modo en la DGT, lo cual no solo es legal, sino también útil en determinados contextos. Este tipo de titularidad compartida permite, por ejemplo, que tanto el titular como el cotitular puedan acceder a la información del vehículo, recibir comunicaciones oficiales o realizar trámites básicos sin depender exclusivamente del otro.
Además, no se trata solo de aparecer en el permiso de circulación, sino de asumir una posición activa en la gestión del coche, algo que puede ser especialmente relevante en casos como una herencia futura o cuando uno de los titulares no puede hacerse cargo de todos los aspectos administrativos. Por eso, esta figura está pensada no solo como una forma de corresponsabilidad, sino también como una medida de protección legal y operativa para ambas partes.
¿Qué implica vender un coche con dos titulares?
Vender un coche con dos titulares supone tener en cuenta que ambos deben participar activamente en la operación. Es decir, no es posible que uno solo firme el contrato de compraventa o presente los papeles sin el otro, salvo que cuente con un poder notarial o autorización expresa.
Esto es lo que implica en la práctica:
Contrato de compraventa: deben firmarlo ambas personas.
Solicitud de transferencia: tanto titular como cotitular tienen que firmar la solicitud oficial.
Documentación: se necesita la fotocopia del DNI de ambos, además de la documentación del coche.
Presencia en Tráfico: no es imprescindible que ambos acudan, pero sí que firmen todos los documentos necesarios.

¿Cómo vender un coche a nombre de dos personas?
Si estás en esta situación, aquí te explicamos cómo vender un coche a nombre de dos personas paso a paso:
Revisar la documentación: Antes de empezar, asegúrate de tener todos los papeles en regla: permiso de circulación, ficha técnica del vehículo y DNI de ambos titulares. ya que sin ellos, no podrás avanzar con el resto del proceso.
Firmar el contrato de compraventa: incluye los datos de ambos propietarios y del comprador. Es fundamental que los dos propietarios firmen el documento para que tenga validez legal.
Preparar la solicitud de transferencia: este documento también debe ir firmado por ambos titulares y se puede hacer por medio de gestoría o a través de la DGT.
Abonar impuestos y tasas: El comprador es quien debe pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) mediante el modelo 620 o 621, en la Agencia Tributaria de su comunidad autónoma. Además, también deberá pagar la tasa de tráfico de la DGT (55,70 € en 2025), necesaria para registrar el cambio de titularidad. Ambas gestiones son obligatorias y deben hacerse antes de presentar la transferencia.
Presentar la transferencia: Una vez todo esté firmado y abonado, se presenta la documentación en Tráfico (presencialmente o por vía telemática) o se deja en manos de una gestoría, que se encargará de completar el trámite.
¿Sabias qué...?
Si uno de los titulares no puede firmar, es posible presentar un poder notarial específico para este trámite o una autorización firmada con copia del DNI para poder seguir con el proceso
¿Y si uno de los titulares no está de acuerdo o ha fallecido?
Puede pasar que uno de los titulares no quiera vender el coche lo que implica que la operación no podrá llevarse a cabo, ya que la DGT exige el consentimiento de ambas partes para formalizar el cambio de titularidad. No basta con la firma de uno ni con una intención unilateral: ambos titulares deben dar su aprobación y firmar los documentos necesarios. Si el desacuerdo entre los titulares se mantiene y no hay forma de llegar a un punto en común, la única salida posible suele ser acudir a la vía judicial, algo que no solo retrasa la venta, sino que también puede suponer un coste elevado y un desgaste importante para ambas partes, sobre todo cuando la comunicación ya está rota o hay tensiones previas.
Por otro lado, si uno de los titulares ha fallecido, entonces se debe acreditar su defunción y presentar el certificado de herederos o declaración de herencia. En este caso, los herederos deberán autorizar la venta junto con el titular sobreviviente.
También puede ocurrir que uno de los titulares haya fallecido. En ese supuesto, antes de continuar con la venta será necesario aportar el certificado de defunción y acreditar quiénes son los herederos legales. A partir de ahí, serán esos herederos quienes deban firmar junto con el titular que sigue vivo para que la transferencia pueda completarse de forma legal.
Por ello, si existe la posibilidad de que el coche tenga que venderse en un futuro —ya sea por necesidad, cambio de circunstancias o simplemente porque uno de los titulares ya no lo usa—, conviene tener todo bien claro desde el principio. Revisar la titularidad, valorar si es necesario mantenerla compartida o dejarla a nombre de una sola persona puede ahorrarte muchos dolores de cabeza cuando llegue el momento de hacer el trámite.

Estamos de acuerdo, ¿Dónde vendemos el coche?
Ya hemos visto que vender un coche con dos titulares no solo es posible, sino que puede hacerse sin complicaciones si ambas partes están de acuerdo y tienen la documentación en regla y se tiene claro que la titularidad compartida implica responsabilidades comunes también a la hora de firmar y autorizar la venta.
Si estás en ese punto en el que toca desprenderse del vehículo, asegúrate de conocer bien los pasos, comprobar que todo está en orden y, si lo necesitas, contar con asesoramiento para evitar problemas legales o bloqueos inesperados.
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