¿Se puede vender un coche de empresa? Guía completa


Vender un coche de empresa no es tan sencillo como hacerlo entre particulares debido a que implica ciertos trámites legales, documentación específica y, sobre todo, un buen conocimiento de la fiscalidad que conlleva.
Si eres autónomo o formas parte de una sociedad mercantil que quiere renovar su flota, vender un coche de empresa puede ser una excelente forma de recuperar la inversión, siempre que se gestione correctamente para evitar problemas con Hacienda o con la Dirección General de Tráfico.
En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber, desde las diferencias entre un vehículo de empresa y uno particular, hasta los requisitos, impuestos aplicables y pasos a seguir para que puedas venderlo de forma legal, segura y rentable.
Diferencias entre un coche de empresa y uno particular
Antes de hablar de ventas, es importante entender las diferencias entre coche de empresa y particular. Un coche de empresa está registrado a nombre de una persona jurídica o un autónomo, y se utiliza total o parcialmente en el desarrollo de una actividad económica lo que le permite, por ejemplo, deducirse gastos como el combustible, el mantenimiento, e incluso una parte o la totalidad del IVA en la compra.
En cambio, un coche particular está a nombre de una persona física y su uso es exclusivamente persona por lo que tiene un impacto directo en cómo se vende el vehículo, qué impuestos se aplican y qué documentación es necesaria.
¿Se puede vender un coche de empresa?
Sí, vender coche de empresa es totalmente legal, siempre que se cumplan ciertos requisitos y el proceso se gestione correctamente desde el punto de vista legal y fiscal. En algunos casos, como cuando el vehículo está vinculado a un contrato de leasing o renting, no será posible venderlo directamente hasta haber liquidado ese contrato previamente, ya que la empresa no es todavía la propietaria efectiva del coche. También pueden existir impedimentos para vender coche de empresa si el vehículo tiene cargas administrativas pendientes, embargos o alguna deuda asociada, lo que impediría su transferencia hasta regularizar la situación.
Aunque la ley no establece un plazo mínimo para vender un coche de empresa, sí conviene tener en cuenta que, si en su momento se dedujo el 100% del IVA en la compra, Hacienda podría revisar la operación si la venta se realiza en un plazo corto como antes de dos años, ya que podría interpretarse como una operación irregular o sujeta a regularización. En estos casos, lo más recomendable es contar con el asesoramiento de un profesional fiscal que analice el caso concreto y valore si es necesario ajustar el IVA deducido o declarar la ganancia de la venta como ingreso en el Impuesto de Sociedades.

¿Cómo vender un coche de empresa según el comprador?
Cuando llega el momento de poner a la venta un coche de empresa, es importante tener claro que el proceso puede variar en función del tipo de comprador ya que no es lo mismo realizar la operación con un particular que con otra sociedad o autónomo debido a la forma de facturar, el tratamiento del IVA y las implicaciones fiscales cambian significativamente según el caso. Por eso, es indicado que antes de iniciar cualquier trámite conozcas bien las particularidades de cada escenario para evitar errores o gestiones innecesarias, especialmente si se quiere cerrar la venta de forma rápida y segura.
Por ello, conviene repasar qué aspectos clave hay que considerar en función del destinatario de la venta.
Venta a otra empresa: En estos casos, la operación se formaliza mediante una factura de venta en la que se aplica el IVA correspondiente, en función del uso que haya tenido el vehículo por parte de la empresa vendedora (uso exclusivo o mixto). Si el comprador también destina el coche a una actividad económica, ese IVA podría ser deducible, por lo que esta fórmula resulta ventajosa desde el punto de vista fiscal. Además, al tratarse de una venta entre profesionales, suele ser un proceso más ágil y con menos complicaciones administrativas.
Venta a un particular: En el caso de venta a un particular es necesario emitir una factura, pero el IVA se incluye dentro del precio final, ya que el comprador no podrá deducírselo en ningún caso. En este tipo de operaciones es fundamental asegurarse de que toda la documentación esté en regla y que el contrato de compraventa refleje con claridad todos los detalles: datos del vehículo, precio acordado, fecha, condiciones de entrega y la identificación de ambas partes. Además, como empresa vendedora, deberás declarar correctamente la operación a nivel fiscal, siguiendo las obligaciones habituales en materia de IVA e Impuesto de Sociedades.
En ambos casos, la operación debe formalizarse mediante un contrato de compraventa que incluya todos los datos relevantes del vehículo, las condiciones pactadas y la identificación de ambas partes. Además, es obligatorio comunicar la venta a la Dirección General de Tráfico (DGT) en un plazo máximo de 30 días, de forma que el comprador pueda realizar el cambio de titularidad dentro del plazo legal y evitar posibles responsabilidades futuras.
Vender un coche de empresa sin actividad
Si la empresa está cerrada o ha dejado de operar, vender un coche de empresa sin actividad puede ser posible, pero dependerá del estado legal de la sociedad ya que, si sigue inscrita en el Registro Mercantil, aunque no tenga actividad, el representante legal podría firmar la venta sin mayores complicaciones. En cambio, si la empresa está completamente disuelta y dada de baja, el coche no debería seguir a su nombre en cuyo caso lo más habitual es hacer una adjudicación del vehículo a un socio o administrador, que pasaría a ser el titular y podría venderlo como particular.

Documentación necesaria para vender un coche de empresa
Una parte fundamental del proceso es asegurarse de tener preparada toda la documentación necesaria, ya que sin ella no será posible formalizar la operación ni realizar el cambio de titularidad ante la DGT. Esta documentación puede variar ligeramente según se trate de una empresa o un autónomo, pero en líneas generales estos son los documentos imprescindibles:
Nota simple del Registro Mercantil (con menos de 3 meses de antigüedad) que acredite que la empresa existe.
Identificación del representante legal (DNI + escritura de poderes).
Permiso de circulación y tarjeta de ITV del vehículo en vigor.
Factura de venta con el desglose de IVA, si aplica.
Contrato de compraventa firmado por ambas partes.
Justificante de pago del impuesto de transmisiones (si lo gestiona el comprador).
En el caso de los autónomos, el proceso suele ser algo más sencillo, ya que no es necesario presentar documentación mercantil adicional: bastará con el DNI del titular, los documentos del vehículo en regla y la factura de venta correctamente emitida.
Fiscalidad e IVA en la venta del coche de empresa
La venta de un coche de empresa no solo implica una transferencia de titularidad, sino también una serie de implicaciones fiscales que conviene tener claras desde el principio. En particular, el tratamiento del IVA dependerá directamente de si la empresa se dedujo este impuesto en el momento de la compra, y en qué medida:
Uso exclusivamente profesional: si el vehículo se utilizó únicamente para la actividad económica y se dedujo el 100% del IVA en su adquisición, entonces en la factura de venta deberá aplicarse el 21% de IVA sobre el importe total.
Uso mixto (profesional y personal): si en su día solo se dedujo el 50% del IVA, ese mismo porcentaje del precio de venta deberá llevar IVA, mientras que el resto del importe quedará exento.
Además del IVA, esta operación también tiene un impacto en el Impuesto de Sociedades. Si la venta genera una ganancia respecto al valor contable del vehículo, esa diferencia se considerará un ingreso para la empresa, mientras que, si se produce una pérdida, podrá computarse como gasto deducible en la declaración correspondiente.

Qué hacer cuando vendes un coche de empresa
Una vez completada la operación y firmado el contrato de compraventa, aún quedan algunos pasos importantes para cerrar correctamente el proceso desde el punto de vista legal, contable y fiscal. Saber qué hacer cuando vendes coche de empresa es clave para evitar imprevistos más adelante y dejar todo en orden tanto en la DGT como en la gestión interna de la empresa. Entre las acciones que no pueden faltar, destacan:
Notificar la venta en la DGT, para que quede constancia oficial del cambio y evitar posibles multas o responsabilidades futuras asociadas al vehículo.
Dar de baja el coche en la contabilidad de la empresa, eliminándolo del inmovilizado si figuraba como activo.
Declarar el IVA correspondiente en el modelo fiscal que proceda, dependiendo del tratamiento aplicado en la venta.
Revisar el impacto en el Impuesto de Sociedades, ya que cualquier ganancia o pérdida derivada de la venta debe reflejarse correctamente.
Cancelar el seguro o solicitar el traspaso al nuevo titular, si el contrato lo permite.
Contar con el apoyo de un asesor fiscal o de una empresa especializada puede facilitar mucho esta parte final y ayudarte a cumplir con todos los requisitos sin complicaciones.
¿Quieres vender tu coche de empresa fácilmente?
Después de ver todos los pasos, seguramente te habrás dado cuenta de que vender un coche de empresa no es difícil, pero tampoco es algo inmediato ya que requiere prestar atención a los detalles, preparar bien la documentación y cumplir con ciertas obligaciones fiscales que, si se descuidan, pueden generar complicaciones.
Si prefieres no invertir tiempo en todo esto, en Clica y Vende Coche podemos ayudarte con el proceso completo. Nos encargamos de la tasación del vehículo, gestionamos toda la documentación necesaria, realizamos la recogida donde tú nos indiques y tramitamos la transferencia del coche. Una opción pensada para que puedas cerrar la venta de forma rápida, segura y sin complicaciones.
