¿Se puede vender un coche con modificaciones?


Cada vez son más los conductores que modifican su coche para adaptarlo a su estilo, hacerlo más deportivo o simplemente mejorar su rendimiento. Y lo cierto es que muchas de estas transformaciones pueden quedar espectaculares, pero cuando llega el momento de vender el coche, hay que tener en cuenta que no todas son compatibles con la legalidad vigente.
En España, es posible vender un vehículo modificado, siempre que los cambios cumplan con la normativa y estén correctamente homologados ya que, de lo contrario, tanto el vendedor como el comprador pueden enfrentarse a problemas en la ITV, sanciones o incluso complicaciones legales. Por eso, es importante tener claro qué tipo de modificaciones están permitidas y cuáles pueden suponer un obstáculo en la venta.
En esta guía te contamos todo lo que necesitas saber para vender un coche con modificaciones sin complicaciones y cumpliendo la normativa actual.
¿Qué implica vender un coche modificado?
Modificar un coche no impide venderlo, siempre que las reformas estén legalizadas, es decir, que hayan sido inspeccionadas, aprobadas y registradas de forma oficial en la ficha técnica del vehículo. Esto no solo garantiza que el coche puede circular con normalidad, sino que también facilita la venta, ya que aporta confianza al comprador y evita rechazos en la ITV o posibles sanciones posteriores.
Todo coche modificado debe ir acompañado de su documentación actualizada, con la ficha técnica reflejando los cambios realizados (ya sea en la suspensión, el sistema de escape, las llantas o cualquier otro elemento que afecte a su homologación), además de contar con los informes de conformidad necesarios y una ITV favorable tras la modificación. Si falta alguno de estos elementos, lo más probable es que la venta se complique o incluso no pueda llevarse a cabo legalmente.
¿Qué modificaciones se pueden hacer legalmente a un coche?
No todas las modificaciones son un problema, de hecho, hay muchos cambios que se pueden realizar de forma legal, siempre que cumplan con los requisitos técnicos y queden correctamente reflejados en la documentación del vehículo. Algunas de las modificaciones más comunes y legalizables son:
Sustitución de llantas y neumáticos, siempre que respeten las medidas equivalentes en tamaño, perfil, ancho y códigos de carga/velocidad, sin alterar la geometría del vehículo.
Cristales tintados homologados para las ventanillas traseras, siempre que incluyan el sello correspondiente y sean instalados por un profesional autorizado.
Cambios en la suspensión, como bajar la altura o instalar una deportiva, siempre que no comprometan la seguridad ni superen los límites permitidos, y estén anotados en la ficha técnica tras pasar la ITV.
Alerones, faldones o parachoques personalizados, permitidos si no alteran las dimensiones del vehículo de forma significativa ni interfieren con elementos de seguridad. Si modifican largo o ancho, deberán legalizarse como modificación estructural mediante inspección en ITV.
Sistemas de escape deportivos, válidos si respetan los límites de ruido y emisiones, cuentan con homologación europea y no alteran el funcionamiento del motor.
Reprogramaciones de centralita, siempre que no afecten a las emisiones, seguridad o consumo. Si aumentan la potencia, deben legalizarse.
Faros LED o xenón, homologados para ese modelo y correctamente instalados, incluyendo los sistemas de corrección y lavafaros cuando sea obligatorio.
En definitiva, se pueden hacer muchas modificaciones a un coche y venderlo sin problema, siempre y cuando se siga el proceso que corresponde en cada caso. La clave está en cumplir con la normativa, conservar todos los certificados y asegurarse de que los cambios figuran correctamente en la documentación del vehículo. Si todo está en regla, el coche podrá pasar la ITV y cambiar de manos sin complicaciones.

¿Qué modificaciones pueden darte problemas al vender tu coche?
Como ya hemos visto hay muchas modificaciones que se pueden legalizar y no suponen un inconveniente, pero también hay otras que pueden convertirse en un obstáculo serio si no se hacen bien. El problema no es tanto el cambio que se le realice al vehículo, sino el hecho de no haberlo homologado correctamente o haber alterado componentes que afectan a la seguridad, las emisiones o la ficha técnica del vehículo.
Estos son algunos ejemplos de modificaciones que, si no están regularizadas, pueden dificultar (o directamente impedir) la venta:
Reprogramaciones de centralita no declaradas, que alteran la potencia del motor sin que conste en la documentación. Esto puede provocar fallos en la ITV y, en caso de accidente, problemas con el seguro.
Eliminación del filtro de partículas (FAP) o anulación de sistemas anticontaminación como la válvula EGR ya que, aunque mejora el rendimiento en algunos casos, es ilegal y conlleva sanciones si se detecta.
Cambios en el sistema de escape que superan los niveles de ruido permitidos o que no cuentan con homologación ya que pueden ser rechazados en la ITV o incluso multados por tráfico.
Faros no homologados, luces LED o neón no permitidas, o instalaciones mal hechas que provocan deslumbramientos debido al peligro que suponen
Suspensiones excesivamente rebajadas o mal instaladas, que afectan al comportamiento del coche y no cumplen con las condiciones mínimas de seguridad.
Modificaciones estructurales no registradas, como ensanchar la carrocería, modificar pasos de rueda o alterar la altura del vehículo sin homologación previa.
Si el coche tiene modificaciones que no han sido legalizadas, no podrá pasar la ITV ni completar el cambio de titularidad, lo que reduce su valor en el mercado y complicará su venta.
¿Cómo saber si una modificación está legalizada?
A la hora de vender un coche con modificaciones, no basta con que el cambio esté bien hecho o funcione correctamente, es necesario que esté legalizado. Y para comprobarlo, lo primero que hay que hacer es revisar la documentación del vehículo.
La manera más directa de saber si una modificación es legal es consultar la ficha técnica del coche ya que si el cambio aparece reflejado ahí, es porque ha sido homologado correctamente tras pasar por la ITV mientras que, si no está anotado, es muy probable que esa reforma no haya sido regularizada.
Además, muchas modificaciones requieren otros documentos, como:
Informe de conformidad del fabricante o de un laboratorio autorizado.
Certificado de montaje emitido por un taller especializado.
Acta de la ITV favorable tras la instalación del nuevo componente.
Si el vehículo no cuenta con estos documentos o no ha pasado por la ITV tras realizar el cambio, lo más seguro es que esa modificación aún no sea legal. En ese caso, habrá que completar el proceso de homologación antes de poder venderlo con todas las garantías.

¿Y si el coche tiene modificaciones no homologadas?
Aunque un coche tenga modificaciones sin homologar, no significa que no pueda venderse, solo que será necesario asumir que el proceso será más delicado y que habrá que gestionar ciertos aspectos con cuidado. En estos casos, lo fundamental es conocer bien las opciones disponibles y actuar con total transparencia, informando claramente del estado del vehículo y, si es necesario, regularizando los cambios antes de cerrar la venta para evitar complicaciones tanto legales como técnicas.
A continuación, te contamos cuáles son las alternativas más habituales en este tipo de situaciones.
Homologar las modificaciones antes de vender: Es la opción más recomendable si quieres vender el coche sin complicaciones y conseguir un mejor precio. Para ello, deberás acudir a un ingeniero homologador o a una empresa especializada, reunir los certificados necesarios, pasar la ITV y actualizar la ficha técnica. Supone un coste y algo de gestión, pero garantiza que el vehículo pueda transferirse y circular legalmente.
Vender el coche tal y como está, informando al comprador: También puedes vender el coche con las modificaciones no homologadas, siempre que lo indiques de forma clara y por escritoa través de un contrato de compraventa. Este tipo de venta suele hacerse entre particulares, y el nuevo propietario deberá asumir la responsabilidad de regularizar los cambios. Eso sí, al no cumplir con la normativa, el valor del coche será más bajo y el proceso más limitado.
Vender a un profesional que se encargue del trámite: Algunas empresas especializadas compran vehículos modificados y se ocupan de gestionar cualquier trámite pendiente antes de volver a ponerlos en circulación. En Clica y Vende Coche, también valoramos coches personalizados y realizamos la tasación, aunque cuenten con reformas, sin embargo, hay que tener él cuenta que cuando las modificaciones no están homologadas, puede influir en el valor final al requerirse gestiones adicionales. Por ello y para obtener las mejores condiciones para tu vehículo siempre recomendamos que las reformas estén legalizadas.
Las modificaciones pueden darle un toque único a un coche, pero cuando llega el momento de venderlo, es fundamental que todo esté en regla. Homologar los cambios, tener la documentación actualizada y cumplir con la normativa no solo facilita el proceso, sino que también puede marcar la diferencia en el valor final del vehículo.
En Clica y vende coche estamos acostumbrados a tratar con coches personalizados, y por eso recomendamos siempre legalizar cualquier reforma antes de ponerlo a la venta. Es la forma más sencilla de asegurar una tasación justa y una venta sin complicaciones.
